SUIZA



Cultura
 de SuizaSuiza ha sido influida por varias de las mayores culturas europeas, desde sus prácticas culturales hasta en los idiomas. ... Los suizos son reconocidos por sus bancos, seguros, chocolates, quesos, medicamentos, relojes y navajas



¿ QUE VISITAR?

1. Como Heidi: De Zúrich a Interlaken pasando por Heididorf – 5 días

Lo más sencillo es que comiences por Zúrich, donde te recomendamos pasar un día completo. Ponte calzado cómodo para disfrutar de una vibrante y, al mismo tiempo, relajada ciudad. Con vistas a los Alpes y junto a un lago en el que parece que las aguas nunca se mueven, en Zúrich encontrarás edificios del siglo XVII entremezclados con otros de plena vanguardia.
Al día siguiente, pon rumbo a Maienfeld, donde se encuentra la casa de Heidi, pues este fue el lugar en el que se inspiró su autora para crearla. El museo puede visitarse y podrás deleitarte con las preciosas laderas verdes en los que la niña correteaba con su perro Niebla. Cuando te canses, puedes avanzar hacia Zug, a tan solo una hora, contemplando bellos paisajes de montaña. Éste es un pueblo medieval en el que merece la pena pasar unas horas antes de ir hacia Lucerna. Pasa un día completo descubriendo los encantos de esta última, sin perderte uno de los puentes más bonitos del mundo, el Kappellbrücke.
Otro de los platos fuertes del viaje viene al llegar a Interlaken, la base para explorar una de las zonas de los Alpes más bonitas. Pasea por las laderas de Grindelwald y conoce a fondo el Valle de Lauterbrunnen. Conduce hasta las cascadas de Trümmelbachfälle, unas cascadas glaciares con más de 20.000 litros de agua por segundo. También deberías tener tiempo para llegar hasta Murren, una de las principales atracciones de la región de Jungfrau. Debes alcanzarla en funicular desde Talstation. El viaje de Heidi acaba de vuelta en Zúrich, desde donde podrás volver a casa después de un recorrido inolvidable por Suiza.

 2.Una escapada al noreste de Suiza: de Zúrich a San Galo – 3 días

Si encuentras un vuelo barato a Zúrich, ¡no lo dudes! Dedica un día entero a descubrir la ciudad. A la mañana siguiente, sigue tu ruta por Suiza hacia el norte y pon rumbo a las Cataratas del Rhin. Podrás contemplar este espectáculo natural desde el lado norte y desde el lado sur antes de ponerte en marcha a Schaffhausen. Aquí descubrirás una encantadora ciudad en la que destacan preciosas casas burguesas llenas de detalles y la imponente fortaleza de Munot, uno de los símbolos a las orillas del Rhin.
Antes de que caiga más la tarde deberías seguir la carretera que circula junto al río para llegar a la siguiente parada: Stein Am Rhein. Las casas de esta ciudad te parecerán sacadas de un cuento, pues cuentan con fachadas llenas de coloridos frescos. Sería buena idea hacer noche en alguno de sus acogedores hoteles y disfrutar del ambiente, sobre todo en época navideña, cuando se llena de luces y detalles de la época. El último día podrías usarlo para visitar San Galo, donde se encuentra la catedral barroca famosa por poseer una impresionante biblioteca con más de170.000 manuscritos y la sala rococó más bella de Suiza. Estás cerca del lago Constanza, así que aprovecha la oportunidad de contemplarlo con tus propios ojos antes de poner rumbo a la última parada: Winterthur. El centro medieval te cautivará antes de terminar tu ruta en coche por Suiza en Zúrich.
3.Zermatt
Resultado de imagen de zermattZermatt, en el cantón de Valais en el sur de Suiza, es un centro turístico alpino famoso por el esquí, montañismo y excursionismo. La ciudad, a una altura de alrededor de 1,600 m, se ubica bajo la icónica cima del Cervino, con forma de pirámide. Su calle principal, Bahnhofstrasse está rodeada de tiendas de moda, hoteles y restaurantes, y también tiene un encendido ambiente de centro de esquí. Hay pistas de hielo públicas al aire libre para el patinaje y el curling.
Las áreas de esquí interconectadas de Zermatt cuentan con tranvías, trenes de cremallera y funiculares, con más de 350 km de pistas bajo las cumbres, como Klein Matterhorn. Famosa por sus condiciones para el esquí de gran altura y sus pistas que llevan a Italia, en Zermatt también se practica el esquí y el snowboard durante el verano en el glaciar Theodul. El área tiene más de 400 km de senderos de excursionismo y ciclismo de montaña, incluidas las rutas de comerciantes de mulas que datan de la Edad Media. Los alpinistas que pretenden ascender los 4,478 m del Cervino usan Zermatt como base. El tren Glacier Express viaja desde Zermatt por los Alpes hasta St. Moritz, con vistas panorámicas en la ruta.

4.Ginebra
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Ginebra es una ciudad de Suiza que se ubica en la punta sur del extenso lago Lemán (lago de Ginebra). Rodeada de las montañas de los Alpes y el Jura, la ciudad tiene vistas del espectacular Mont Blanc. Alberga la sede de la ONU de Europa y la Cruz Roja, y es un centro mundial de la diplomacia y las actividades bancarias. Tiene una amplia influencia francesa, desde el lenguaje hasta la gastronomía y los distritos bohemios como Carouge.
Un sitio emblemático es la fuente Jet d'Eau, que se eleva 140 m por sobre el lago de Ginebra. En la orilla izquierda del río Ródano, la Ciudad Antigua con adoquines incluye el paisajístico Reloj de Flores de Jardin Anglais, la Catedral de San Pedro, bastión de la Reforma, y la plaza Place du Bourg-de-Four, rodeada de cafés. Los finos relojes suizos y el chocolate son elementos esenciales de las lujosas tiendas del centro de la ciudad. La orilla derecha del río es hogar de prístinos parques y museos, como el Museo de Arte e Historia, con una extensa colección de arte europeo y objetos arqueológicos. Les Pâquis es un barrio con clubes nocturnos, tiendas de moda y restaurantes modernos.


5.Lucerna

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Lucerna, una compacta ciudad de Suiza conocida por su arquitectura medieval conservada, se ubica en medio de las montañas nevadas del lago de Lucerna. La colorida Altstadt (Ciudad Antigua) limita al norte con la muralla Museggmauer de 870 m del siglo XIV. El puente cubierto Kapellbrücke (Puente de la Capilla), construido en 1333, une a Altstadt con la orilla derecha del río Reuss.
Los montes cercanos Rigi y Pilatus son aptos para el esquí y el excursionismo. Las nueve torres de vigilancia medievales de Museggmauer se conectan mediante pasarelas y ofrecen vistas del lago, las montañas y el río. Barcos a vapor llevan a los turistas por el lago Lucerna, y un tren de cremallera, que se cree que es el más empinado del mundo, se desplaza por rocas verticales hasta el monte Pilatus. El museo Rosengart Collection destaca a Paul Klee y a Picasso. La modernista Sala de Conciertos de Lucerna del arquitecto Jean Nouvel (KKL Luzern) es un centro costero para las artes escénicas, especialmente la música sinfónica.


¿QUE COMER? (10 PLATOS QUE TIENES QUE PROBAR SI O SI)
  • La fondue: seguramente el plato más importante del país. Más sencillo, imposible: queso fundido servido en una cacerola de metal que se come rebañando un pedazo de pan pinchado en un tenedor.
  • La raclette: media rueda de queso que se funde progresivamente, por capas, y se raspa con un cuchillo plano para acompañarlo con patatas pequeñas.
  • El rösti: torta de patatas ralladas y doradas en una paella. Algo parecido a la tortilla española, pero menos sabroso.
  • Sopa de chalet: potaje de batatas, habas, nabos y macarrones. Una bomba de triglicéridos para llenar el estómago.
  • El Älplermakkaronen de queso: los típicos macarrones con queso enriquecidos con trozos de tocino y abundante nata, que en las cabañas de montaña a menudo se toma en pleno verano, en grandes cuencos de madera.
  • Sopa de harina: plato tradicional del carnaval de Basilea que está confeccionada con una salsa de harina tostada y cebollas cortadas en aros.
  • Le Bölletünne: tarta de cebollas con lonchas de tocino, nata ácida, huevos y comino.
  • Los malakoffs: buñuelos de gruyère salado.
  • Pan de peras: empanada rellena con una pasta de peras y vino tinto, con higos, ciruelas secas, dátiles y una mezcla de almendras, nueces y avellanas. ¡Locuraaa!
  • El muesli: el desayuno más famoso del mundo fue inventado aquí en 1897 por el dietista Bircher-Benner de Zurich. Los suizos lo llaman Birchermuesli en honor a su inventor.

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